Se usa en la Costa Caribe colombiana para hablar del típico pelao que vive en modo rumba, siempre sonriendo, bailando y buscando el próximo picó o verbena. Es el que nunca se queda en la casa cuando hay fiesta cerca, así esté sin un peso. Y hay que admitir que esa energía fiestera contagia duro.
"Mira a ese pelao de fiesta, parcero, anoche salió del picó y hoy ya está cuadrando pa' irse pa' la verbena en el barrio de al lado."