Se usa para hablar de alguien que está pegado a otra persona buscando sacarle algo, casi siempre comida, plata o algún favor. Es como ese pana que nunca se despega cuando ve que hay arepas, birras o que acabas de cobrar. No siempre es con mala intención, pero cansa burda cuando se pone intenso.
"Mira, llegó el José pelando el maíz otra vez, apenas olió el sancocho cayó en la casa con cara de yo no fui y plato en mano."