En Tolima peinilla no es solo el peine ni una navaja, también es cuando alguien come con una ansiedad brutal y arrasa con todo lo que hay en el plato. Es como devorar la comida sin vergüenza, con toda el hambre acumulada. Es la versión tolimense de comer con ganas, pero subida de nivel y bien sabrosa.
"Hermano, invitar a Jairo fue mala idea, se pegó tremenda peinilla con el sancocho, repitió tres veces y dejó la olla más seca que paseo de pobre."