Expresión bien austral que se usa para decir que alguien se echa una siesta corta pero poderosa, de esas que te dejan la cabeza reseteada. Es como un mini apagón voluntario en medio del día, ideal cuando el viento patagónico te tiene a las misas. Y hay que admitir que suena mucho más épico que decir solo dormir un rato.
"Después del almuerzo en la obra, antes de volver al laburo con el viento cortándote la cara, pegáte un chifle de diez minutos y vas a quedar más despierto que guanaco viendo camioneta rara."