Se usa cuando alguien de repente liga una suerte tremenda, como si de un día para el otro todo le saliera redondo. Es muy de charla de barrio, cuando ves que a uno le cambia la vida de golpe y pensás que algún santo se equivocó de buzón. Tiene ese toque de exageración criolla que siempre suma.
"Boludo, ayer el flaco no tenía ni para el bondi y hoy anda estrenando auto cero kilómetro, a ese le pegó el ángel pero con ganas"