En el norte de Chile se usa para decir que alguien está medio chiflado, rayado o que ya no conecta mucho con la realidad. No es necesariamente mala onda, a veces se dice con cariño, como que la persona vive en su propio mundo. También puede ser ese tío que se pega sus locuras sin avisar, y hay que admitir que a veces es bien divertido.
"Oye, el tío Lucho anda más patinao que nunca, salió en pijama a comprar pan al almacén y volvió con un cactus gigante y una llama inflable pa' la terraza"