Se usa cuando alguien te cuenta un chisme eterno, lleno de detalles que a nadie le importan, como si te hiciera escuchar toda la misa completa. Es como decir que te soltaron la historia larga, con introducción, desarrollo, final y epílogo innecesario. Sirve para quejarse de que ya te aburrieron con el mismo cuento.

"Oye, tu hermana otra vez me pasó la misa con el drama de su ex, terminé sabiendo hasta qué comió el perro el martes pasado, casi me duermo en la mesa"

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