Se usa para decir que alguien habla sin parar, como si tuviera un motor en la lengua y cero filtro. Es esa persona que te cuenta la vida entera, el desayuno, el chisme del pasaje y hasta lo que soñó anoche. A veces hace gracia, pero cuando llevas horas escuchando, dan ganas de buscar el botón de mute.

"Hermano, la tía Marta se subió a la micro y se puso a parlotear como loro, contó el cahuín del barrio entero y hasta cómo se le quemaron las sopaipillas el domingo."

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