Expresión que pinta una escena donde hablas, hablas y nadie te escucha, como si tuvieras delante solo tachos vacíos alineados. Se usa cuando sientes que tus palabras rebotan y no le importan a nadie. Es una forma bien gráfica de decir que estás perdiendo el tiempo hablando, aunque igual uno insiste por costumbre.
"Hermano, en la reunión del cole reclamé por las tareas y fue como hablarle a una pared de tachos, los profes solo miraban el celular y asentían por las puras."