Expresión muy larense para regañar con cariño a alguien que acaba de hacer una burrada o demuestra que le falta un poquito de sentido común. Es como decir piensa, usa la cabeza, pero con tono de chalequeo y sin mala leche. Suena a regaño de mamá o de abuela, pero con ese sabor criollo que hasta da risa.
"¿En serio fuiste pa' la playa a las doce del mediodía sin bloqueador? ¡Ocúrrite, vale, después andas llorando todo quemado!"