Se usa para hablar de esa persona que parece que vino al mundo solo para joderle la vida a los demás, siempre molestando, metiendo cizaña o complicando todo con una facilidad que asusta. No es solo que sea pesado, es que tiene talento natural para chingar. Y hay que admitir que a veces hasta hace gracia, si no te toca a ti.
"Vos, ese Juan sí que nació para chingar, mano. Llega tarde, arma relajo en la oficina, se burla del jefe y todavía tiene cara de decir que él no hizo nada."