Forma bien campechana de decir comer, sobre todo cuando vas a mandarte un plato gigante y ya estás con el estómago reclamando patria. Es como comer, pero con más hambre, más ganas y más desparpajo. Suena a que llevas sin probar bocado desde la última glaciación patagónica, y la verdad es que tiene su gracia.
"Oye, ando con un hambre criminal, mejor vamos a morfar un cordero al palo con papas y pebre antes de que empiece a babosear la mesa entera."