Expresión bien porteña para decir que algo te saca de quicio, te recalienta la cabeza y te sube la bronca al máximo. Es como sentir que la presión te sube tanto que estás a nada de explotar. Se usa mucho cuando la situación es injusta, repetida o simplemente muy rompebolas, y la verdad es que suena bastante gráfico.
"Boludo, el jefe otra vez me pidió quedarme hasta tarde y ni un gracias, te juro que me la eleva mal, estoy para mandar todo a la mierda."