Se usa de forma muy cariñosa para hablarle a una niña o a una chica joven, como si dijeras mi niña o mi chiquita. Suele usarla gente cercana, tipo familia o amigos de confianza, y suena bastante tierna. Eso sí, si la dices con tono cursi puede dar un poco de risa, pero en general transmite mucho cariño.
"Monina, venga pues, apague ese celular un ratico y venga a cenar antes de que se le enfríe el arroz con pollo."