Forma coloquial canaria de decir siempre, muy típica del habla informal. Se usa para remarcar que algo pasa constantemente, una y otra vez, casi como una maldición diaria. Suele sonar cariñoso o de cachondeo, aunque a veces también lleva un poco de queja. Y hay que admitir que tiene su gracia cuando lo sueltas con acento canario.
"Pibe, miembre que quedamos a las cinco llegas a y media, pareces guagua de Titsa en hora punta, nunca apareces a tiempo"