En Anzoátegui se usa para hablar de comer con ganas, como cuando tienes un hambre salvaje y ves un plato bien resuelto delante. Es como decir que te vas a dar una buena comilona, casi devorando la comida sin mucha ceremonia. Muy de después de la rumba o de llegar reventado del trabajo, y la verdad es que suena hasta tierno.
"Chamo, tengo un filo brutal, vamos a la arepera de la esquina a meternos un puñito antes que amanezca y nos agarre el sueño en la camionetica"