Se usa cuando alguien te deja hecho polvo, ya sea física, emocional o moralmente. Puede ser porque perdiste gacho en un juego, te rompieron el corazón, te regañaron duro o hasta porque te diste un buen madrazo en la banqueta. Es como decir que te fue fatal, pero con ese saborcito mexicano que hasta da risa contarlo.

"Fui bien confiado al torneo de barrio pensando que traía nivel europeo y los morros de la esquina me dieron en la torre, acabé tirado, sin aire y con mi ego hecho carnitas."

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