Expresión costeña para decir que alguien está reventado, fundido o hasta la coronilla de algo. También se usa para cosas muy usadas o desgastadas, como que ya no dan más. La imagen es un palo de monte chamuscado que quedó inútil. Es muy gráfica y, la verdad, bastante sabrosa para quejarse.
"Hermano, después de ese viaje en bus sin aire y con vallenato a todo volumen, quedé más quemao que palo 'e monte, ni pa' bañarme tengo fuerzas."