Se usa para decir que algo o alguien es pésimo, de muy mala calidad o con un carácter insoportable. Es como remarcar que no tiene remedio, que salió torcido y no hay vuelta atrás. En Nueva Esparta se suelta mucho para quejarse de comida mala, servicios horribles o gente con una maña que ni rezando se le quita.
"Chamo, ese servicio de internet está más malo que el pan duro, se cae cada cinco minutos y ni para mandar un mensajito sirve."