En Río Negro mandarse es tirarse de cabeza a hacer algo medio loco sin pensarlo demasiado, confiando más en el coraje que en el sentido común. Puede ser desde encarar a alguien que te gusta hasta irte de viaje sin un mango ni reserva. A veces sale genial y quedás como héroe, y otras terminás pensando que quizá era demasiada mandada.
"Che, ayer me mandé solo a Bariloche en una bici medio hecha pelota, sin casco ni nada, y mi vieja casi me mata cuando se enteró por las historias."