En Cundinamarca se usa para hablar de cuando alguien se pone a hablar y hablar sin parar, se enreda, se va por las ramas y arma un discurso eterno que ya ni se sabe a dónde va. Es como una carreta infinita que cansa más que subir Monserrate a pie, pero a veces hasta tiene su gracia si uno anda desparchado.
"Parce, el profe se pegó un mambeo sobre la Revolución Francesa que terminé pensando en el almuerzo y en la ex, y todavía el man seguía dándole carreta al tema."