Se usa para describir a alguien que insiste una y otra vez, que te da la lata hasta que consigue lo que quiere o hasta que te rinde por puro cansancio. Es como decir terco, pero con ese punto medio pesado medio entrañable. A veces agota, pero hay que admitir que a veces también consigue cosas imposibles.
"El Nacho fue tan machacón con el carrete en la playa que al final todos terminamos yendo, hasta el más fome del curso se animó con la cuestión."