Se usa cuando alguien intenta adivinar qué va a hacer o decir otra persona, como si fuera vidente leyendo la borra del café. Es esa mezcla de intuición, chusmerío y fe ciega en que le vas a pegar a la predicción. A veces funciona y quedás como crack, y otras quedás pagando mal.
"Bo, con la jefa es imposible leerle la borra, un día te felicita por llegar tarde y al otro casi te echa por llegar cinco minutos antes."