Se usa cuando alguien recae en una mala costumbre o vicio que supuestamente había dejado atrás. Es como rendirse otra vez ante la tentación y decir bueno, ya qué, vamos con todo. La imagen es como cuando sacas el parasol porque sabes que el sol va a pegar duro y te resignas. Y sí, suele dar risa y rabia a la vez.
"Chamo, dijiste que ibas a dejar el ron y anoche estabas en la playa con la neverita full, lanzando el parasol hasta el amanecer como si nada."