Se usa para decir que alguien trabaja todo el día, desde que amanece hasta que se hace de noche, sin casi parar ni para respirar. Es muy típica en laburos de campo, construcción o temporadas fuertes. Suena a sacrificio, cansancio y también a esa cosa medio heroica de meterle garra sin aflojar.
"En la zafra estamos fuleros de tiempo, hay que laburar de sol a sol y si pinta lluvia igual le metemos hasta quedar hechos bolsa."