Se usa en plan juguetón para hablar de vivir como buen jarocho relajado, disfrutando la vida sin tanta preocupación. Es echar relajo, gozar la comida sabrosa, la música, el mar y las siestas cuando se puede. No es palabra formal, más bien chiste local, pero la neta sí captura bien el espíritu veracruzano fiestero.
"Mañana ni me busques, me voy a jarochar todo el día, marisquitos en el malecón, chelita bien fría y luego siestón con la brisa pegándome en la cara."