En Bogotá irse de pistos es salir de fiesta con la clara intención de emborracharse duro, descontrolarse un rato y olvidarse de las preocupaciones. No es solo tomarse unas birras tranquilas, es plan de rumba intensa, shots, música a todo volumen y probablemente terminar pidiendo empanadas a las tres de la mañana. Y la verdad, a veces hace falta.

"Parce, hoy cobré la quincena y estoy mamado del camello, así que esta noche me voy de pistos con el parche a ver en qué amanecemos."

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