Se usa para decir que alguien se duerme tan profundo que queda tirado como una tabla, sin moverse ni enterarse de nada. Es ese sueño pesado después de comer mucho, de laburar todo el día o de una noche larga de joda. A veces también se dice medio en broma como advertencia cuando ya estás tan fusilado que sabés que caés redondo en cualquier lado.

"Anoche volvimos de la peña a las seis, me tiré en la cama con la ropa puesta y me fui a plancha mal, ni escuché cuando los vecinos pusieron cumbia al palo."

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