En Mendoza se usa ir al trote para decir que alguien se va rápido, medio apurado, como caminando ligero casi a las corridas. No siempre es una urgencia mortal, pero sí que vas con ritmo porque llegás tarde o no querés perder algo. Es como admitir que vas a mil, aunque después termines clavado haciendo fila igual.
"Che, me voy al trote a la facu porque si llego un minuto tarde el profe botón me cierra la puerta en la cara."