Frase clásica de abarrotes y bodegas para avisar que aquí no se fía ni un caramelo. El comerciante deja clarito que todo se paga al contado, nada de anotar en la libreta ni dejarlo para después. Suena graciosa, pero es una forma seria de evitar deudas eternas, que en Lara saben que luego nadie quiere pagar.
"Le dije al chino de la esquina que me apuntara las empanadas y el jugo, y el tipo se volteó, señaló el cartel y me lanzó: Hoy no fío, mañana tampoco, así que me tocó vaciar los bolsillos ahí mismo."