Se usa cuando alguien se queda frío del susto o la sorpresa, como si de golpe se le congelara la sangre. Es ese momento en que te paralizas, se te borra la sonrisa y te quedas con cara de estatua. Muy de cuando pasa algo inesperado que casi te manda al otro barrio, pero al final solo te llevas el heladazo.

"Íbamos en la lancha bien relax y de repente salió una mantarraya enorme junto al motor, todos gritamos y mi primo se quedó con un heladazo, blanco como turista sin bloqueador."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!