Expresión aragonesa para decir que alguien se pasa el día vagueando a lo bestia, sin hacer nada útil y dejándose llevar por la pereza máxima. Es como declararse en huelga de productividad y abrazar el sofá como si fuera tu alma gemela. Suena a chiste, pero oye, a veces viene bien hacer un poco el tocino.
"Tía, hoy ni estudio, ni friego, ni salgo de casa, me planto el pijama y me dedico a hacer el tocino en el sofá hasta que anochezca."