Se usa cuando hace un frío que no te lo crees, de ese que se te quedan las manos tiesas y la nariz como un cubito. Es una forma exagerada y graciosa de quejarse del fresquete, sobre todo en sitios donde se supone que siempre hace buen tiempo. Y oye, cuando pega el pelete, se nota y bien.
"Quillo, como para ir a la playa hoy, si hace un pelete que flipas y el levante me ha dejado la cara más tiesa que un bacalao seco"