Se usa para quejarse de un calor brutal, de esos que te dejan pegado a la silla y sudando hasta las ideas. La imagen es que hace tanto calor que ni los monos aguantan y andan buscando sombra y agua fresca. Es una forma exagerada y divertida de decir que el clima está insoportable, pero con su gracia tropical.
"Uy, parcero, con este calor de mono hasta el perro se metió a la nevera, yo me quedo pegado al ventilador con una pola bien fría, ¿o qué?"