Se usa para decir que alguien habla muchísimo, sin parar, como altoparlante de feria de pueblo anunciando rifas, bingos y chorizos todo el día. Es esa persona que te agarra conversa y no te suelta ni para respirar. Suena muy de pueblo cafetero y, aunque cansa, también tiene su gracia cuando uno anda desparchado.
"Parce, esa vecina habla tanto como en feria de pueblo, me tuvo en la puerta una hora echándome el cuento de la novela, del gato, del marido y hasta del primo que vive en Manizales."