Se usa para hablar de personas muy perezosas, que viven tiradas sin hacer nada útil, como si la cama o la hamaca fueran parte del cuerpo. Es esa gente que ve pasar el día entero y ni se inmuta. Suena duro, pero hay que admitir que la imagen es bastante gráfica y hasta hace gracia.
"En la casa de mi primo todos son gente echada, se turnan la hamaca, ven novelas todo el día y hasta para ir a comprar arepas ponen mala cara."