Se usa en Huila para restarle drama a algo incómodo o medio triste, como diciendo que sí, está feo, pero tampoco es el fin del mundo. Sirve para consolar, para bajarle el volumen a la queja o para invitar a la gente a no ahogarse en un vaso de agua. Es muy de parche relajado, con tono medio resignado pero buena onda.
"¿Otra vez te quedaste sin quincena por andar invitando a todo el combo? Feíto pues, pero ya sabes que el próximo mes toca ahorrar, mijo"