Expresión típica para cuando alguien alarga una situación, una historia o una conversación mucho más de lo necesario, puro relleno y cero cierre. Es como darle mil vueltas al asunto sin llegar nunca al punto. Muy de cuando alguien se pone latero y uno ya está mirando el reloj pensando en arrancar.
"Hermano, el Seba otra vez estirando la cuerina con la historia del carrete, lleva veinte minutos y todavía no llega a la parte donde se le perdió la mochila en la playa"