En Cantabria, llamar a algo estiércol es decir que es lo peor de lo peor, cutre, feo y más pasado que el hilo de pescar de tu abuelo. Se usa para rajar de ropa, planes, música o cualquier cosa que dé vergüencita ajena. Suena bruto, sí, pero tiene su gracia cuando se suelta con retranca cántabra.
"Tía, cambia ya esa playlist, que ese reguetón viejuno es más estiércol que las botas de goma del Tío Paco después de limpiar la cuadra"