Se usa para decir que algo está aburrido, apagado o sin vida, como que no levanta ni con milagro. Es como decir que está muerto, pero en versión bien trujillana y callejera. Sirve para fiestas, planes, negocios o cualquier cosa que no prende ni emociona. Y hay que admitir que suena bastante gracioso.
"Mano, la disco está paloma, ni el DJ se anima. Mejor jalamos a la esquina por un raspadito y unas chelas, que ahí sí se arma la verdadera juerga."