Expresión costeña para decir que algo o alguien está tan mamón, tan intenso o tan cansón que provoca ganas de soltarle un puño, aunque sea solo de boquilla. Es como decir que ya colmó la paciencia, que uno está a punto de explotar. Suena agresiva, pero muchas veces se usa en tono de queja exagerada y hasta con algo de risa.
"Hermano, el vecino lleva tres horas con el reguetón a todo taco, ya está pa' puño, uno aquí sudando y sin poder ni dormir, qué vaina tan jodida, parce."