Se usa para decir que alguien está soso, seco y con menos gracia que un tostón de feria que lleva un año dando vueltas en la bolsa. Persona seria, poco sociable, que no entra al chiste ni aunque le invites a cañas. Vamos, que está para guardarlo en la vitrina de lo aburrido, y eso ya tiene mérito.
"Tía, dile algo a tu primo, que está ahí en la peña más rancio que un tostón de feria, ni baila, ni canta, ni se ríe, parece que le han cobrado la entrada por sonreír."