Se usa para decir que alguien está totalmente desorientado, sin idea de lo que pasa ni de dónde está, como un sacapuntas plantado en mitad de una viña manchega. Sirve tanto para gente que no se entera de una conversación como para quien va sin rumbo por la calle. Y hay que admitir que la imagen es bastante absurda y graciosa.
"Le pregunté al colega dónde había dejado el coche y estaba más perdido que un sacapuntas en una viña, dando vueltas por el parking como si fuera un turista en plena vendimia."