Se usa para decir que alguien está totalmente desubicado, sin idea de lo que pasa o sin saber qué hacer, como un cura metido en pleno carnaval sin entender el desmadre. Es una forma graciosa de remarcar que la persona no pilla nada de la situación, y la verdad es que la imagen mental tiene bastante gracia.
"Pusimos el juego nuevo en la consola y mi papá estaba más perdido que un cura en carnaval, no sabía ni cuál botón era para saltar y casi apaga el televisor."