Se usa para decir que alguien está totalmente desorientado, sin idea de lo que pasa ni por dónde agarrar. Es como estar mentalmente sin GPS, dando vueltas sin rumbo y con cara de turista perdido en el metro de Caracas. Es una expresión vieja pero sabrosa, y cuando la sueltas la gente entiende que estás en la luna.
"Chamo, me metí en esa clase de Excel avanzado y estaba más perdido que el hijo de Lindbergh en un orfanato, terminé haciendo una tabla que ni mi abuela entiende."