Se le suelta a alguien cuando está bajo presión, estresado o con mil cosas encima, como si lo hubieran metido a calentar y estuviera a punto de reventar. Vale para el curro, los estudios o cualquier bronca que te tenga sudando frío. No es fino, pero pinta perfecto ese agobio.
"Mano, con el jefe encima y el internet caído, estoy en el microondas y todavía falta mandar el bendito informe."