Se usa en Panamá para decir que alguien está sin un cobre, pelado de billete y sin un centavo para tirar al aire. Es como admitir que la quincena voló y la cuenta bancaria da risa. Suena medio gracioso, pero cuando estás en el chife de verdad, no hace tanta gracia que digamos.
"Man, desde que pagué la renta y la tarjeta quedé en el chife, ando pidiendo fiado hasta el raspao de la esquina"