Se usa para decir que algo está fatal, da lástima o simplemente es un cuadro. Puede ser el ánimo de alguien que va arrastrándose por la vida, un día que ha salido torcido o incluso un plan que prometía y ha sido un truño. Es como decir que está todo tan mal que casi dan ganas de abrazar una manta y rendirse.
"Tú mira mi cara en la videollamada del curro después de salir por el Tubo hasta las tantas, estoy de pena, ni el carajillo del bar de la esquina me resucita"