Se usa para decir que alguien está recontra preocupado, con mil cosas dando vueltas en la mente y cero calma. Como si tuviera la cabeza incendiada de problemas, ideas locas o dramas amorosos. Es esa sensación de no poder relajarse ni un ratito, y la verdad es que agota solo de pensarlo.
"Ese Pepe anda bien quemado últimamente, está con la cabeza llena de llamas por querer conquistar a la Juana del barrio y encima pasar sus exámenes, ya ni duerme el pobre."