Se usa para decir que alguien está nervioso perdido, hiperactivo o con una inquietud que no puede controlar, como perro al que le han dado azúcar de más. Vale tanto para antes de un examen chungo como para cuando alguien está tan acelerado que no se está quieto ni un segundo. Y hay que admitir que la imagen es bastante gráfica.
"Tía, antes de la entrevista de curro estaba como un txakur, dando vueltas por el pasillo, tocando todo y hablando solo como si le hubieran enchufado a la corriente"